Consejo para comenzar

Todos los que hemos pasado por una facultad de Derecho y hemos obtenido el Titulo de Abogado sabemos que lo primero que pensamos cuando tenemos el cartón en la mano, quizás en la toma de la foto familiar es preguntarnos ¿y ahora qué?, y ni hablar sí a cualquier familiar, amigo o conocido se le ocurre consultar al abogado de la familia o al mas cercano del circulo social al que pertenecemos. Acto seguido es frecuente que los abogados cuando recién están egresados se vean obligados a empezar a ejercer la profesión donde se le presente la primera oportunidad sin tener en cuenta qué es lo que realmente les apasiona de la carrera; esto puede parecer cliché pero por experiencia personal y ajena debo decir que el éxito en el corto plazo radica en resistir a la necesidad económica y buscar un espacio en el cual se pueda generar y autogenerar confianza.

El oficio del Abogado está determinado por una muy amplia variedad de materias y actividades, lo que hace difícil poder coincidir con los verdaderos intereses personales. Una de las primeras salidas de emergencia a propósito muy típica, es vincularse en algún cargo público lo que en mi opinión no estará mal si el cargo va a exigir del ejercicio de la profesión, esto por cuanto no es una mentira que muchos de los cargos públicos a los que puede acceder el nuevo abogado a excepción de algunos, entre otros, los que ofrece la rama judicial realmente no van a aportar experiencia y practica al 100% al candidato en actividades propias del Derecho. Es muy constante encontrar abogados que por aprovechar la oportunidad de ingresar a un cargo público se vean en la gran mayoría de los casos a hacer los oficios profesionales varios que los funcionarios antiguos del sistema de la administración pública por sus funciones y antigüedad no hacen, lo que convierte al nuevo abogado en un auxiliar jurídico, corriendo el riesgo de sembrarse por un largo periodo de tiempo en el cargo perdiendo cada día conocimientos. No resulta conveniente en mi opinión tomar esta ruta para iniciar la carrera de Derecho cuando lo que se quiere es tener buenas alas y tomar buena pista para volar por lo alto. En mi opinión y con respeto de quien piense lo contrario una muy buena alternativa es vincularse en un despacho de abogados que le permita crecer y ejercer la profesión bajo la tutela jerárquica que estos acostumbran, acompañado de cursar una especialización en la materia que despierte más pasión.

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